3.7.08

Un chicle, un kilo, doce comidas.

Tal vez nos parezca una tontería, tal vez se parezca mucho a un juego -comochicleaescondidas,perosimeveAlbertotengoquellevarunkiloalcole-, pero la realidad es que el resultado de la política de "un chicle, un kilo" ha dado sus frutos.

Hoy, con la calorina propia de un julio madrileño a las siete de la tarde y en un coche sin aire acondicionado, los más de 70 kilos de comida recogidos desde Navidad hasta junio han llegado a su destino: el comedor para transeúntes de las Damas Apostólicas.



Sólo con el arroz, los garbanzos y las lentejas hay para más de 500 raciones de comida.


Así es que acabamos esta feliz noticia haciendo aquello que me enseñaron de pequeño:
"Señor, bendice estos alimentos. Da pan a los que tienen hambre y hambre de justicia a los que tenemos pan".


Amén.