23.10.12

ECONOMÍA Y MORAL.


En su iluminador libro El hombre roto por los demonios de la economía (Editorial San Pablo), Luis González-Carvajal señala el divorcio entre economía y moral como el origen del seísmo que hoy padecemos. En efecto, durante siglos el estudio de las diversas realidades económicas fue encomendado al juicio de teólogos, juristas y moralistas; pero, a partir del siglo XVIII, se impuso la consideración de que las leyes que rigen la economía son tan naturales y tan inamovibles como las propias leyes de la naturaleza. «Igual que no tiene sentido preguntarse si es moral o inmoral que los cuerpos caigan en el vacío con un movimiento uniformemente acelerado escribe González-Carvajal, explicando la posición de los fisiócratas, tampoco tendría sentido preguntarse si son morales o inmorales las leyes del mercado; son así y basta». Tal consideración es, por supuesto, mendaz, como a cualquier persona mínimamente dotada de sentido común no se le escapa: la actividad económica es hija de la iniciativa humana, de la voluntad humana de transformar la naturaleza; y, por lo tanto, toda decisión económica no está regida por leyes ciegas e inexorables, sino que es el fruto de una elección: se puede elegir entre ahorrar y consumir, entre subir o bajar el precio de los bienes, entre cobrar o condonar una deuda. Y allá donde hay elección, actúa la moral: la economía, como todas las ciencias humanas, es una ciencia moral.
Pero los moralistas fueron expulsados del ámbito económico; y, a medida que la economía se iba haciendo más pretendidamente científica, los juicios morales que trataban de orientarla se juzgaron más impertinentes o intempestivos, hasta que pronto el economista pudo decir sin empacho que el moralista estaba «hablando de cosas que no entendía». Simultáneamente, la cultura occidental moderna fue tendiendo progresivamente a un individualismo creciente hijo de la Reforma protestante y de la filosofía idealista que concebía la sociedad como un mero agregado del que quedaba desterrada la noción de bien común. Y el moralista, viendo que su actividad no era reconocida en el ámbito público, se resignó a confinarla en un ámbito privado, personal o familiar, desde el que creyó que podría aspirar a reformar la sociedad. Naturalmente, se trataba de una creencia ilusoria: en primer lugar, porque es problemático que aquello que no tiene un reconocimiento público pueda tenerlo privado; en segundo lugar, porque ese reconocimiento privado, confrontado con un entorno hostil, acaba tornándose inoperante, por asfixia o claudicación. Expresión de este proceso de paulatino arrinconamiento y condena a la irrelevancia de una moral circunscrita al ámbito privado lo constatamos, por ejemplo, en el ámbito católico: a medida que la Iglesia renunció a pronunciarse sobre los fundamentos del orden temporal (político y económico) y se orientó cada vez más hacia un ámbito personal (moral sexual, moral matrimonial, etcétera), sus postulados fueron, por un lado, menos seguidos (de cintura para abajo, muchos sedicentes católicos hicieron de su capa un sayo) y, por otro, más difíciles de encajar en un ámbito público refractario (lo que provoca que muchos católicos estén aquejados, como denunciaba recientemente Benedicto XVI, de una «esquizofrenia entre la moral individual y pública», de tal modo que «en la esfera individual son católicos, creyentes, pero en la vida pública siguen otras vías que no responden a los grandes valores del Evangelio»).
Inevitablemente, una economía convertida en ciencia exacta y desligada de la moral acaba confundiendo medios y fines. Así, puede entenderse que, por ejemplo, Milton Friedman se haga esta pregunta brutal en su divulgado Capitalismo y libertad: «Si el fin no justifica los medios, ¿quién los va a justificar?». O que John Maynard Keynes escribiera en 1930: «Debemos valorar los fines por encima de los medios y preferir lo que es bueno a lo que es útil. [...] Pero, ¡cuidado!, todavía no ha llegado el tiempo de todo esto. Por lo menos durante otros cien años debemos fingir que lo justo es malo y lo malo es justo; porque lo malo es útil y lo justo no lo es. La avaricia, la usura y la cautela deben ser nuestros dioses todavía durante un poco más de tiempo. Pues solo ellos pueden sacarnos del túnel de la necesidad económica y llevarnos a la luz del día».
Han pasado casi cien años desde que Keynes escribiera estas palabras escalofriantes; y ya vemos que «los dioses de la avaricia, la usura y la cautela», lejos de llevarnos a la luz del día, nos han internado en un túnel sin salida. Juan Manuel de Prada, XLSEMANAL..

RATIOS 2ºC

Esta empresa, al contrario que la anterior, presenta una estructura financiera a largo plazo equilibrada y estable, pero urge que corrija su situación a corto plazo. El activo corriente no es capaz de hacer frente a las deudas a corto plazo, por lo que incurrirá en impagos con toda seguridad. Aconsejaríamos a la firma que se deshiciese rápidamente de algunos activos no corrientes con el fin de dotarse de un fondo de maniobra que le permita hacer frente a su exigible a corto plazo.

RATIOS 6/10/2012




  Esta empresa, si bien no presenta problemas a corto plazo -todos los resultados de las ratios a corto plazo son positivos o fácilmente corregibles-, presenta una estructura financiera demasiado dependiente de terceros. Recomendaríamos a la firma una reestructuración del pasivo, sobre todo en la línea de incrementar los recursos propios con el fin de disminuir su dependencia del exigible.

16.10.12

CONCIERTAZO!!!

Si a alguien le gusta la música con sustancia...
La buena música con sustancia...

PRESENTACIÓN DE


"SOL  FE  ANDO"

el último disco de Álvaro Fraile...

Un tipo tan singular que prefiere ser cristiano a ser rico.

viernes 19 de octubre
colegio mayor san juan evangelista
C/gregorio del amo 8, madrid

METRO METROPOLITANO (LÍNEA 6)

9.10.12

LAS CONSECUENCIAS DE UN MUNDO DESIGUAL.

Estamos reflexionando en 1º de Bachillerato en la diferencia que existe entre consumo y consumismo. También sobre las consecuencias que tiene el consumismo sobre la población mundial.
Hoy, en el diario El Mundo, hemos encontrado este artículo. Tal vez nos aporte algo en nuestra reflexión.

CASI 870 MILLONES DE PERSONAS PASAN HAMBRE EN EL MUNDO.

6.10.12

5.10.12

Balance. Control de 2ºC.

ACTIVO
PASIVO
ACTIVO NO CORRIENTE
NETO
                 INMOVILIZADO MATERIAL
Capital social
150.000
150000
Construcciones
Reservas
50.000
50.000
Elementos de transporte
P y G (Pérdidas)
-20.000
10.000
Elementos informáticos
PASIVO EXIGIBLE A L/P
-30.000
Amortizaciones
Deudas a L/P con ent. De créd.
37.000
INMOVILIZADO INMATERIAL
PASIVO EXIGIBLE A C/P
35.000
Concesiones administrativas
Proveedores
10.000
INMOVILIZADO FINANCIERO


5.000
Inversiones financieras Perm. En K


ACTIVO CORRIENTE


DISPONIBLE


1.500
Caja


3.500
Bancos


REALIZABLE


2.000
Clientes


TOTAL ACTIVO: 227.000
TOTAL PASIVO: 227.000

2.10.12