
El sindicalismo en España, como en todos los demás países europeos, comienza su andadura de la mano del proceso de industrialización. Cierto es que, ya antes, con el desarrollo agrario del siglo XVIII, había surgido algunos grupos rurales reivindicativos, pero no serían propiamente sindicatos, esto es: organizaciones de trabajadores de carácter revolucionario.
Hemos dicho que el sindicalismo comienza a la par que la revolución industrial, y es por ello por lo que en España, el movimiento obrero comienza tardíamente, ya que nuestro país se incorporó al grupo de los países en proceso de industrialización con un retraso considerable respecto a otros como Alemania, Francia o Inglaterra.
La Revolución industrial creará las condiciones para un sindicalismo español, y la experiencia previa de otros movimientos europeos guiará los pasos del anarquismo y el comunismo nacionales.

¿Qué condiciones creó la revolución industrial?:
* Despersonalización del trabajo.
* Capitalización del proceso productivo.
* Estructuración piramidal de las empresas.
* Surgimineto de una burguesía capitalista.
* Aglomeración de masas de obreros en la periferia de las ciudades.
* Haciniamiento y degradación de los hábitos de vida comunitaria.
* Aumento de la productividad y, por lo tanto, del beneficio.
* Conciencia de explotación en las masas de trabajadores.
...Y un largo etcétera de situaciones sociales que supusieron un caldo de cultivo excelente para el posterior desarrollo del sindicalismo en España.
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