En clase de 2º de Bachillerato, alguien preguntaba que cómo era posible que la dirección de una empresa y los accionistas de la misma tuvieran objetivos diferentes...
He encontrado un fragmento de la genial película Wall Street, del director Oliver Stone, en el que Gordon Gekko, un tiburón de la bolsa de Nueva York, se dirige a los accionistas de una empresa papelera para hacerles caer en la cuenta de que el Consejo Directivo de la misma está compuesto por accionistas que no poseen ni el 3% del capital social de la firma. Estos directivos, además, viven por encima de las posibilidades de empresa, que está en crisis, por lo que les anima a acabar con esa especie de dictadura a la que les tienen sometidos.
Es un clásico.
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