Como no sólo de pan viven el hombre y la mujer, informamos a nuestros queridos estudiantes de una gran noticia -más importante, incluso, que la Copa del Mundo de fútbol- que, seguro, poblará de nuevo nuestros balcones de banderas rojas y amarillas y colapsará calles y plazas en un marea de entusiasmo colectivo por el triunfo de un compatiota nuestro de pasaporte y, sobre todo, de lengua...
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