A veces los profesores os hablamos de mil pesetas, doscientas pesetas, y seguro que ya os suena como cuando mi abuela me hablaba de dos reales. No tenemos la culpa: hemos vivido unidos a la peseta, a "las pelas", a "una libra", a "dos napos", "doscientas calas", "unas rubias" toda nuestra vida. Por eso, de vez en cuando, nos tenemos que parar a calcular en euros o hablamos de pesetas. Así ha sido la moneda que nos ha marcado la vida.
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