31.8.09

El Pato Amarillo.


A finales del pasado mes de junio -cuando el verano parecía que iba a ser eterno, ¡qué ilusión!-, un grupo de alumnos de 1º y 2º de Bachillerato y dos profesores (Fernando Poza y un servidor) nos acercamos a la Asociación El Pato Amarillo, en el cercano barrio de Orcasitas, para entregarles los kilos de alimentos recogidos a lo largo del último trimestre en el colegio.


El resultado de la campaña fue de unos setenta kilos. Así escrito, no parece mucho, pero si tenemos en cuenta que de cada kilo de legumbres se pueden cocinar bastantes platos de comida, tal vez hayamos contribuido a que algunos cientos de personas hayan podido beneficiarse de nuestra aportación.


La Asociación El Pato Amarillo lleva varias décadas trabajando en el barrio, primero con los jóvenes que caían en la droga y con sus familias y, ahora, con todo aquel que necesita alimentos, ropa o ayuda de cualquier tipo. Los responsables de la asociación son un grupo de mujeres muy valientes que han sabido responder siempre a las necesidades de los que sufrían a su alrededor.

Aquella tarde de junio -no sólo les entregamos la comida, sino que compartimos un buen rato de charla con ellas- nos desveló uno de los secretos mejores guardados de nuestro barrio: hay gente cuya felicidad pasa por la felicidad de los que peor lo pasan.


Gracias por vuestro testimonio, vecinas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu entrada me ha recordado a una cita de Madre Teresa que decía algo así como: "a veces sentimos que lo que hacemos es como una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota".

Somos parte de ese océano, de esa aportación, aunque sea pequeña; pero sigue construyendo el Reino.

¿Bolivia? Estoy deseando de que cuentes. Yo marcho a África, ¡qué ganas!

Se te echaba de menos

Un abrazo
Tess

Anónimo dijo...

yo quería haber ido .Dijiste que pondrías algo relacionado con el tema en tu blog para saber cuándo ir pero llegaste a poner nada y no me enteré de ya habiais ido :S

Alberto. dijo...

Ya, tienes razón. Lo que pasa es que empezaron a pintar las clases de 2º sin avisar y tuvimos que organizar un comando para sacar de allí los kilos a toda prisa.

A veces no me da la vida.